lunes, septiembre 04, 2006

ROSARIO TIJERAS


Por Amanda Miranda


En cartelera, ésta semana en Paris. Tuve la oportunidad de verla. La protagonista es una joven que creció en una de las comunas de Medellin. Ciudad bastante famosa gracias al cartel que lleva su mismo nombre y evidentemente a Pablo Escobar. La historia se situa en el año de 1989. Época marcada por la violencia causada por la guerra declarada del cartel contra el gobierno colombiano. Época de los sicarios, jovenes habitantes de las comunas, las zonas perifericas de la ciudad en donde la pobreza y la necesidad son el pan diario de cada dia.
Rosario, es una joven sicaria. Un oficio que desempeña eficazmente. Tras esta imagen de mujer fatal que se sirve de sus encantos femeninos para manipular a los hombres y aproximarse a sus víctimas se descubre a la niña ultrajada y sin amor. Un padrastro que abusa de la inocencia de la niña, una madre que la repudia, y un hermano que la forma en el amor y el trabajo de matar. Tales son los elementos que nos muestran el contexto de un sicario a sueldo.
Colombia es un pais famoso no por su café, ni por su gente trabajadora sino por la droga y la violencia. Esta película lo confirma. A diferencia de las otras miles de películas que hablan del mismo tema, en esta se puede descubrir el fondo del problema. Es asi como se puede decir que la violencia es producto de una crisis social enorme en donde el odio, la necesidad, el abandono del estado y la inexistencia de oportunidades no pueden que generar mas que violencia.
Es un mensaje claro, que se transmite por medio de escenas fuertes que desafortunadamente en la película se mezclan con la ficcion.
Por otro lado, me harta que la historia de mi pais se reduzca a una década dura de nuestra historia que nos dejó numerosos muertos, y recuerdos tristes. Pero sobretodo me indignan las denuncias de este tipo porque no veo de que manera pueden aportar a la evolución de un país como Colombia que trata de surgir. El turismo podría ser una via de desarrollo para la economía. Pero Colombia es un país a donde nadie quiere venir porque yo en el lugar de un francés que va al cine en Paris y que pasa dos horas frente a la pantallas viendo gente que se droga, que mata y que en suma se comporta como un salvaje enfurecido, no tendría ni el minimo interés de ver siquiera en el mapa donde se encuentra ese país de violencia. Es tan solo mi punto de vista, una colombiana que vive lejos de su tierra desde hace tres años. No hay que olvidar que olvidar que la perspectiva cambia en función del lugar en donde se situé el espectador.

Comments:
Leyendo la reseña de la película que Amanda nos narra, me viene a la mente una conferencia que Philip Oxhorn, catedrático de Harvard y la McGill, dio en la Facultad de Ciencias Políticas, el tema era los procesos de transición a la democracia en América Latina, el expositor evidentemente es especialista en estudios de la región. Conforme transcurría la conferencia, se hacía visible una cierta incomodidad por parte de los asistentes, en su mayoría catedráticos mexicanos y latinoamericanos, quise intuir a qué se debía esa animadversión que el público de repente expresaba de manera personal a nuestro conferenciante, … minutos antes de finalizar, se alzó una voz interpelando abiertamente a Oxhorn; se le cuestionaba sobre las barbaridades que había hecho EU en Chile y en los países que padecieron dictaduras militares durante el periodo de la llamada Guerra Sucia, él expuso las condiciones de la bipolaridad mundial y las luchas de interés en cada país… no fue suficiente… los ataques siguieron hasta que finalmente el tipo no soportó y tajante y decididamente fue él quien cuestionó a la audiencia… dijo que sería más coherente hacer esas preguntas a sus respectivos gobiernos latinoamericanos y citó algunos ejemplos de transiciones pactadas con EU.
Sentí pena por ese hombre que era blanco de la ira de la intelectualidad, pero sentí más pena por quienes lo agredieron, la descortesía dicho sea de paso en realidad no sirvió de mucho, más que de catarsis para los iracundos asistentes… sin embargo, gracias a ello adquirí una nueva consciencia para asumir las propias responsabilidades. Desgraciadamente en ocasiones, nosotros, los latinos, hemos explotado y capitalizado cierta victimización al plantear nuestra realidad, incluso la hacemos producto y la vendemos como algo exótico y por supuesto rentable... por ello vemos cada vez con más frecuencia películas latinas premiadas en Berlín y Cannes con temáticas como las que Amanda menciona, indudablemente la denuncia es necesaria por salud de nuestra sociedad, pero ¿qué tan válido es matar “eso” que engendra arte y cantarle en su lugar a nuestras desgracias?, maquillarlo de arte y venderlo… ¿no estaremos acaso perpetuando una realidad que deberíamos cambiar?

Amanda lo dice muy claramente, al referir que Colombia tiene mucho más que cárteles de drogas y ese ejemplo seguramente aplica a todos los países de la región, opino que es capital asumirlo en principio uno mismo, independientemente del reconocimiento o venia de otros, en particular de países que no tienen ninguna obligación de hacerlo y a quienes en más de una ocasión hemos culpado de nuestros males y muy grave es dejar descansar en ese argumento nuestros propios vicios como sociedad… ¿y luego qué? Pues seguimos coexistiendo disfuncionalmente, pero seguimos ¿cierto?...

*Xóchitl Flores Mayorga
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?